martedì 9 febbraio 2016

El valor del tiempo

Mirto, Mutra (Myrtus spp.)
Azufaifo, Ginjoler (Ziziphus jujuba)
Esta mañana, después de trabajar un poco contestando correos para ir organizando
cursos y actividades de Permacultura planté unas semillas de azufaifo (recogidas en Italia) y de mirto, espino planco y algarrobo (recogidas en Mallorca). Justo cuando estaba acabando tocó la campana que anunciaba que la comida estaba lista. Había paella de marisco y ensalada. Además, al ser el último día de permanencia de C.C. aquí en Can Masdeu, había tiramisú de postre. Después de comer me quedé en la mesa con L.R., P.F. y la misma C.C.

P.F. le preguntó a C.C. si iba a echar de menos Can 
Algarrobo, Garrofer (Ceratonia siliqua)
Masdeu y su gente y después estuvo explicando de 
Espino blanco, 
Arç blanc (Crataegus spp.)
cuando él tuvo que dejar Can Masdeu durante temporadas largas (incluso más que un año) sin saber cuando volvería.
Explicó que:


P.F.: tenía que trabajar todos los días de 8 a 5, después tenía el viernes por la noche, el sábado se te hace tarde, el domingo haces algo y ya tienes que volver a trabajar...
L.R., C.C. y yo: Buaaaahahahahahahahahahahahahahahahahahahahahaha
P.F.: (pensándoselo un momento) que después es lo que hace la gente normal
L.R., C.C. y yo: Buaaaahahahahahahahahahahahahahahahahahahahahaha
P.F. Bueno, la verdad es que me lo pasé muy mal. Dormía muy mal, no podía dormir 10 horas del tirón…
L.R., C.C. y yo: Buaaaahahahahahahahahahahahahahahahahahahahahaha

Esta charla me dio mucho por pensar. Después de comer me fui a terminar mi Curriculum Permacultural, contesté a un par de correos y luego me fui a leer fuera en el último sol del día, algo que no había hecho hasta ahora, pero decidí aprovechar las oportunidades que tengo en este momento de mi vida. Leí una página muy bonita de Una habitación propia de Virginia Woolf sobre la imposibilidad para las mujeres de ser trabajadoras y buenas madres al mismo tiempo. Aquí en la versiónen inglés que leí yo, y aquí en castellano. Al publicarla en Facebook, también escribí un haiku:

Leo en el césped
Barcelona y el mar lejos
el sol tramonta

Mercurial, Malcoratge (Mercurialis annua)
Tramontado el sol me puse a quitar malas hierbas (mercurial, que no se lo comen ni las gallinas), y luego volví a contestar correos y a escribir.
Y me pregunto: ¿Por qué algo considerado normal por la mayoría de la gente (trabajar de 8 a 5 de lunes a viernes) le resulta imposible a P.F. (y a mi)? ¿Qué es lo que hace posible no caer en la rutina burguesa?
Para mi la respuesta está en vivir siguiendo tus instintos, aprendiendo cuales son las cosas verdaderamente importantes y deshaciéndote de las superfluas.
Además, aunque haya ya vivido en comunidades, aquí en Can Masdeu ―un proyecto que lleva funcionando más que 14 años― me doy incluso más cuenta de cuales son las ventajas de vivir en comunidad.
Unas ventajas que hacen del tiempo libre la normalidad, entre otras cosas. Es normal tener tiempo libre, no es normal no tenerlo. El mundo al revés. O quizás simplemente un mundo más natural donde la colaboración aligera las tareas necesarias para vivir.
Porque claro, la vida en comunidad quiere decir también trabajo para que esta funcione. En esta comunidad quiere decir un día de trabajo semanal (9:00 - 15:00) para el mantenimiento de la casa, hacer de comer para las más de 20 personas 2 veces cada mes, mientras que el resto de las veces alguien cocina para ti. Participar en el trabajo de una de las tantas comisiones que se necesitan para que la comunidad funcione, trabajar en la organización de un día de centro social cada tres meses, preparando de comer para más que 200 personas junto con otros miembros de la comunidad. Una reunión cada tres semanas más otras reuniones especiales que vayan surgiendo (2 en los 5 meses desde que estoy aquí) y pagar la cuota mensual, poco más que un quinto de los alquileres más baratos para un cuarto en Barcelona. Y estar dispuestx a adoptar la comunidad y dejarse adoptar por ella, con todas sus rarezas, idiosincrasias, risas, chistes, enfados y amor. Luego cada persona tiene su vida privada, claro, su trabajo, sus intereses, sus ideas.
Y bueno, no pude escribir todo del tirón, porque hubo más correos, una video-llamada con M.D. la cena, charlas sobre como solucionar el problema de la falta de agua (no llueve desde octubre y la próxima reunión especial, la tercera, es sobre este problema) y mucha investigación para averiguar que una idea que tuve para disminuir la evaporación no era tan buena y hacerme venir un par de ideas más sobre el mismo tema.


Ahora son las 00:38 y valorando lo que hice hoy me digo: ¡Qué bien vivimos!

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